tiempo

Evidente: el tiempo avanza hacia adelante. Después de la mañana viene la tarde, después de 2023 vendrá 2024. La pubertad sucede a la niñez. Etcétera.

Evidente especialmente en nuestra época donde cada vez el tiempo es más escaso. «El tiempo es oro».
Bueno, también experimentamos que hay un tiempo objetivo (el que marcan los relojes o los calendarios) y un tiempo subjetivo, según el que los momentos entretenidos y agradables pasan rápido mientras en los aburridos o dolorosos se hacen eternos. Pasa más o menos deprisa pero no deja de avanzar hacia adelante: no tenemos un botón de retroceso más que en la imaginación, cuando recordamos.
Según esta concepción, hay tres tiempos: pasado, presente y futuro. Y nosotros vivimos, siempre, proyectados hacia el futuro desde el pasado.
Evidente.

Pero…
¿siempre ha sido así? Esta concepción lineal del tiempo, ¿es válida para todas las sociedades?
Por ejemplo, para el budismo el tiempo no existe tal como lo entendemos en Occidente:

Las culturas orientales son más propensas a considerar el tiempo de manera circular. Todo regresa. La ley del karma. La reencarnación.

El uróboro (serpiente o dragón que se muerde su cola) es un símbolo que representa la circularidad del tiempo. Se ha popularizado en camisetas o tatuajes.

También podemos percibir el carácter espiral del tiempo, que combina el movimiento lineal y el circular: cada nuevo año vuelve a empezar el mismo ciclo de las estaciones.

Así es la espiral del tiempo geológico y del crecimiento vegetal reflejado en los troncos de los árboles

Tres posibles formas de representar el tiempo: lineal, circular, espiral. Nuestra forma de vida occidental vive una auténtica dictadura del tiempo lineal, impuesta por la lógica capitalista. Si en la Edad Media la vida cotidiana se regía por los ciclos naturales (estaciones, luz y oscuridad), hoy se rige por las necesidades del mercado: 24/7

¿Crees que se podrá llegar a viajar en el tiempo? La ficción nos provee historias tan fascinantes como la película Regreso al futuro o la novela de H.G.Wells La máquina del tiempo, también trasladada al cine: