VIENA
Arnold Scönberg (1874-1951): otro rebelde, de entre los muchos artistas e intelectuales de la Viena donde coincidieron Klimt, Schiele, Alma y Gustav Mahler, Kokotschka, Adolf Loos, Otto Wagner. Y, aunque aferrado a un código cultural de lo más conservador, el doctor Freud.
Freud fue siempre un señor muy conservador en conducta y muy clásico en sus gustos, que le llevaban a inspirarse en el Quijote o la tragedia griega, y a coleccionar piezas de arqueología.
No consta que Freud asistiese a ninguno de los conciertos de Schönberg, algunos de cuyos estrenos se celebraron en Viena, pero es fácil imaginar el desconcierto y desagrado que le hubiesen provocado.
SCHOENBERG vs FREUD
Schoenberg era solo 20 años más joven que Freud pero, a pesar de figurar en la Historia compartiendo una ruptura con la tradición (de la música, del pensamiento), nada tenían que ver las orientaciones de sus respectivas propuestas.


Schönberg, además, no tenía nada de académico, aunque con el tiempo enseñó en Universidades. Fue un autodidacta militante. Un músico hecho a sí mismo, ajeno a Conservatorios.
Solo estudió música con Alexander Zemlinsky, que después se convirtió en su cuñado al casarse con su hermana, Mathilde Zemlinsky. Ahí empezó una trágica historia triangular de amor y muerte
¿No tenían, entonces, nada en común, Schönberg y Freud? Bueno, sí: los dos eran judíos.
Las dos esposas de Schönberg (Mathilde y Gertrud) y la esposa de Freud también eran judías.
Y ambos son patriarcas de una extensa saga con nombres ilustres, del pintor Lucien Freud al abogado Eric Randol Schoenberg.
Más cosas en comúnentre ambos: ambición intelectual, enciclopedismo, voluntad pedagógica.
SCHOENBERG PINTOR
Schönberg (o Schoenberg en transcripción adoptada por él mismo al llegar a EEUU huyendo del nazismo) se aficionó a la pintura, que cultivó con pasión.
En apenas ocho años pintó más de 300 cuadros, entre los que destacan La mirada roja, autorretratos y retratos, todos de inspiración expresionista: fue amigo de Kokoschka y fue retratado por Egon Schiele. Pero también mantuvo una intensa amistad con Kandinsky, un pintor orientado al arte abstracto y el espiritualismo.
El estilo de Schoenberg se orienta a un expresionismo simbolista algo naif.
AUTORRETRATOS
La inmensa mayoría de sus cuadros son autorretratos: un rostro severo casi siempre mirando de frente. La mirada es seguramente su obra más famosa, como si a Schoenberg le fascinase el poder mágico de la mirada: él, que justamente dedicó su vida al sonido.
¿Encontraría Freud alguna clave narcisista en esta afición casi obsesiva por autorretratarse?





















RETRATOS
Pintó paisajes casi fauvistas pero son más abundantes los retratos.
Retrató en alguna ocasión a Alban Berg, Gustav Mahler o Zemlinsky, aunque son más conocidos los retratos de su esposa Mathilde y la hija de ambos, Gertrud.




Especialmente expresivos son algunos retratos anónimos que son más bien metáforas de estados de ánimo, entre la sátira y el misticismo.


