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Aquiles tenía el tendón que lo hacía mortal, Obelix cayó en la marmita de la poción mágica que le dio superpoderes, y Superman puede ser neutralizado con kryptonita, este mineral que lo desvitaliza y deja a merced de sus enemigos.

El infans, al nacer, es un trozo de carne. Podríamos decir: un animalito pero sin los instintos que le permitirían sobrevivir. Dependiente, desconectado, desarmado, pero recibido por la comunidad. No solo la madre, la familia. Le estaba esperando el Lenguaje que todos habitamos y nos proporciona un encaje a cambio de una renuncia irreversible.

Nunca ya más volveremos a la inefabilidad de la Naturaleza. El lenguaje nos había preformateado antes de nacer y nos hará humanos y desvitalizados. En vez de vivir en la Naturaleza, los humanos dominamos la Naturaleza con el arma del lenguaje que nos separa de ella.

Arrojados a la confusión de intuir qué desea mi mamá, qué busca, qué le falta, de qué se queja, por qué proyecta mensajes contradictorios. Ella también es vulnerable a la kryptonita.