Jung, Klein, Psicología del Yo

Carl Gustav Jung (1875-1961)

Estudió La interpretación de los sueños de Freud recién empezada su carrera como médico ayudante en una clínica psiquiátrica en Suiza.Poco después, ambos iniciaron su colaboración. Jung, unos veinte años más joven que Freud, se interesó por sus teorías y método analítico. Coincidían en un parecido interés por los sueños, la hipnosis, la asociación de palabras. Se sumó al movimiento psicoanalítico donde estaba llamado a ser el heredero de Freud. Parece ser que su candidatura como miembro destacado fue saludada con especial interés por Freud ya que su perfil (cristiano, suizo) ensanchaba los límites del movimiento, hasta entonces limitado al entorno judío de geografía austro-húngara.

Les separaban: el origen sexual de las neurosis, que Jung rechazaba, o el interés por fenómenos ocultos o trascendentes (mitología, espiritismo, alquimia) ajenos a Freud.
La ruptura (1913) fue traumática para ambos. Tanto que en Jung derivó en una incipiente psicosis y varios años de reorientación.

No fue el único. La ortodoxia psicoanalítica tan celosamente supervisada por Freud se rompió en otras rupturas que generaron las correspondientes tendencias. Muchos psicoanalistas que se habían formado con Freud se independizaron y desarrollaron sus propias aportaciones a la teoría psicoanalítica. Entre los más conocidos: Oscar Adler, Otto Rank, Eric Fromm, Wilhelm Reich, Donald Winnicott…

Entre las aportaciones de Jung, que se interesó especialmente por la religión, la mitología o los símbolos:
El inconsciente colectivo. Las personas, además de un inconsciente personal, compartiríamos uno colectivo en el que está depositada la memoria de la Humanidad.
Los arquetipos. Este material colectivo ha articulado a lo largo de la Historia diferentes modelos o tipos (el inocente, el amigo, el héroe, el cuidador, el explorador, el amante, el creador, el mago, el sabio, el bufón, el gobernante, el rebelde) que se encarnan en forma de categorías en cada una de las personas y las determinan.

Crédito: Psicoactiva

Melanie Klein (1882-1960)

Como Freud, era judía y vienesa aunque se trasladó a Inglaterra en 1926, contribuyendo así a la divulgación del psicoanálisis en aquel país junto a D. Winnicott y más tarde Anna Freud, con la que Klein mantuvo una larga polémica en torno al psicoanálisis infantil, la especialidad de ambas.
Para Melanie Klein, los juegos son manifestaciones de las fantasías inconscientes del niño, y por tanto las sesiones eran juegos que desvelaban los conflictos de los niños que trataba.
Desarrolló una compleja y particular elaboración de la teoría psicoanalítica, en la que destacan conceptos como pecho bueno/pecho malo, relaciones objetales o posiciones depresiva y esquizoparanoide.


Psicología del Yo

Dos hechos. Uno: en 1939 muere Freud. Dos: la expansión del nazismo amenaza la supervivencia del psicoanálisis, acusado de enemigo del III Reich. La Guerra acelera todavía más la diáspora del entorno psicoanalítico: muchos de los discípulos de Freud emigran. Se acaba el ciclo austrohúngaro, el psicoanálisis deja de hablar alemán para adoptar el inglés de EEUU a donde llegan muchos de los psicoanalistas europeos. Allí desarrollan una versión más pragmática de las ideas de Freud. A esta escuela se la conoce como Psicología del Yo, que se orienta a fortalecer un modelo sexual adulto que coincidía con el estándar de la época.
Esta versión tuvo gran éxito. Mientras el psicoanálisis decaía en Europa, se popularizaba en EEUU.
El psicoanálisis se puso de moda, como demuestra el boom de películas que incluían situaciones o argumentos derivados de la teoría psicoanalítica. Ejemplos: el cine negro, Hitchcock (Psicosis, Recuerda, Vértigo, La ventana indiscreta, Con la muerte en los talones…) y hasta Billy Wilder.

Anécdota: la última persona que vio con vida a Marilyn Monroe fue su psicoanalista Ralph Greenson, «el psicoanalista de Hollywood».