372 palabras, 2 minutos de tiempo de lectura.
Hideous Kinky (1998) | 1h 38′
[Original: Marrakesh Express. En español: El viaje de Julia]
Basada en el libro de Esther Freud del mismo título
Guión: Esther Freud y Billy MacKinnon
Dirigida por Gillies MacKinnon
Protagonista: Kate Winslet
Ficha en IMDb
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Esther Freud (1963-) es hija del pintor Lucian Freud, nieto del patriarca y el más famoso de la saga Freud. Es por tanto bisnieta del patriarca:
Sigmund Freud -> Ernst Freud -> Lucian Freud -> Esther Freud.
Esther es conocida como novelista. Ha publicado una decena de novelas, siendo la primera, Hideous Kinky (1992), la más famosa.
También ha trabajado como actriz y guionista en televisión y teatro.
La película es una fiel adaptación de la novela, y ambas a su vez son recreación autobiográfica de un episodio vivido cuando Esther era una niña: un viaje a Marruecos emprendido por su madre veinteañera con sus dos pequeñas hijas (6 y 8 años), huyendo de la vida urbana y la sociedad británica para encontrarse a sí misma.
Viaje iniciático a través de un paisaje exótico. Road movie, meditación sufí, palmeras, Marrakesch, desierto, un amante acróbata… pero también los conflictos familiares y de adaptación.
Bernardine Coverley, la madre de Esther, fue una gran viajera, además de experta en tango, jardinera profesional, poeta y amante de la Naturaleza. Viajó y vivió en Marruecos, Mexico, Rusia o Cuba y aprendió español de forma autodidacta.
Bernardine tuvo dos hijas con Lucian Freud: Bella (1961-) y Esther.
En la novela y la película:
Bernardine es Julia, Bella es Bea y Esther es Lucy.
Es la pequeña Lucy (Esther) quien cuenta el viaje con una mirada ingenua y entusiasta, muy apegada a su madre. En cambio, la hermana mayor Bea se rebela contra esta nueva vida que ella percibe como caótica, se enfrenta a la madre y finalmente enferma.
Con final feliz: Bernardine, después de esta aventura hippie, siguió viajando con sus hijas varios años. Y la misma Esther es una viajera incansable.
Pero con inicio turbulento. Bernardine, de familia católica irlandesa y educada en un convento, quedó embarazada cuando tenía 17 años y Lucian 20.
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