analizantes

Autor: emiligenevila

  • Viena 1900-1918

    Amena conferencia de Luis Fernández-Galiano, arquirecto, catedrático y periodista, sobre la revolución cultural vivida en Viena en torno al cambio de siglo, con especial atención a la arquitectura y urbanismo: dos realidades habitualmente dejadas de lado en las reflexiones históricas.

    Dedica muy poca atención, y además superficial, a Freud, por mucho que se destaque su nombre en el título de la conferencia. Wagner, Freud, Klimt. Más interesantes las observaciones sobre los personajes secundarias y todo tipo de detalles y anécdotas que nos acercan a un escenario que reunió muchos elementos revolucionarios.
    Final de la aristocracia y del sueño imperial, ascenso de una burguesía judía paralelo al antisemitismo, vanguardias artísticas, destrucción de la muralla dentro de la que pervivía el estatus de la clase dirigente.

    Un ejemplo: 1900 fue el año escogido por Freud para editar su fundacional La interpretación de los sueños (aunque la fecha real fuese 1899), y 1900 fue el año en que los grandes murales de Klimt fueron rechazados por la Universidad, tachados de pornografía.
    El siglo XX quedaba inaugurado.

  • Klimt, retratista académico

    Klimt, retratista académico

    Casi coetáneo de Freud, el pintor de El beso suele asociarse al estilo modernista que triunfó en Europa en el cambio de siglo y que dio lugar a manifestaciones artísticas (simbolismo, Art Nouveau…) que rompían con el Realismo dominante en la segunda mitad del XIX.

    Gustav Klimt (1862-1918) era apenas 6 años más joven que Freud y uno diría que haberse se conocieron y hasta admirado en la Viena donde siempre vivieron.
    Compartían una actitud vital contestataria frente a su entorno, y la sexualidad investigada por Freud podría acercarlo a la sensualidad de las pinturas de Klimt. Pero la vida metódica y conservadora del doctor judío poco o nada tuvo que ver con la del pintor bohemio de quien se cuenta que tuvo más de una docena de hijos al margen de su pareja, empresaria y diseñadora de éxito.

    Klimt triunfó. Impuso su estilo personal, en contra del academicismo de una Viena Potemkin. Después de que la Universidad rechazase sus tres grandes murales alegóricos casi acusado de pornografía, desarrolló su «etapa dorada» que le proveyó fama, dinero y reconocimiento.

    Pero bastante antes de El beso o Retrato de Adele Bloch-Bauer (ambas de 1907), Klimt fue un aplicado pintor académico con un especial talento para el retrato femenino.

    Aquí algunas de sus obras:

    Klimt fue un maravilloso retratista que dominaba tanto el academicismo clásico como la frescura modernista (algunos bocetos me recuerdan a Ramon Casas), antes de explotar su creatividad simbolista cercana al Art Nouveau por la que hoy es especialmente conocido.
    De entre la obra de sus primeros años, me llaman la atención el retrato de su hijo recién fallecido (según una costumbre entonces todavía vigente: Klimt tiene más cuadros que retratan niños que acababan de morir) y el de un hombre negro (un hecho insólito en aquella Viena del 1900; parece que se trata del príncipe William Nii Nortey Dowuona, expuesto en el zoo de la ciudad como una atracción más)

  • El espanto (2017)

    El espanto (2017)

    280 palabras, 1 minuto de tiempo de lectura.

    Oí hablar de este documental en el coloquio posterior a una de las últimas conferencias de APOLa. Lo citaba una psicoanalista, recién visto en la televisión según recuerdo. Le había conmocionado, al tiempo que le servía como referencia para darle otra vuelta a los límites o las condiciones de existencia del psicoanálisis.

    Si el psicoanálisis necesita de un entramado donde estén vivos el sujeto de la ciencia, la economía liberal y la democracia liberal para que pueda emerger el Inconsciente, parece claro que las condiciones de vida del pueblo El Dorado retratado en El espanto (1h 7m) son del todo incompatibles.

    El Dorado, pueblo de apenas 300 habitantes en la provincia de Buenos Aires, es retratado con amor y nostalgia por quienes vivieron allí su niñez, pero el documental nos devuelve una imagen más dura que idílica.
    Campo, caballos, tormenta, superstición. Vida rural, solidaridad de tribu. No hay Ibuprofeno sino curanderas que no cobran y recurren a una cuerda, a un sapo, a una letanía secreta.
    Se curan entre ellos, dicen, y solo admiten la intervención médica en el caso de cirugías.
    Pero no curan el espanto.

    El documental investiga una extraña enfermedad que allá denominan «el espanto», que solo se atreve a curar una especie de ermitaño ajeno a la vida social del pueblo. Un curandero que por supuesto no revela su método pero que muestra a las cámaras la habitación (triste, vieja, miserable) donde hace el milagro.

    Por supuesto, no hay espanto posible para el psicoanálisis. Pero qué casualidad que esta enfermedad, marginada por los curanderos de una comunidad ella misma marginal, afecte solo a las mujeres.

    ¿No fue este el arranque de la historia de Freud?

  • Schubert, Dumba, Klimt

    Schubert, Dumba, Klimt

    275 palabras, 1 minuto de tiempo de lectura.

    Schubert había muerto en 1828. Casi cuarenta años después, nace Klimt (1862-1918). Ambos en Viena.
    El músico romántico y el pintor modernista: dos iconos del arte vienés del siglo XIX, que uno abre y el otro cierra.


    Pero también dinero y poder en la capital del Imperio con el que financiar el arte.
    Entre ambos artistas, un millonario: Nikolaus Dumba (1830-1900), empresario , mecenas y político influyente. Había nacido también en Viena, apenas un año después de la muerte de Schubert. Se hizo amigo de Klimt y vinculó ambas épocas a manera de puente.

    En 1899, Nikolaus Dumba encarga a Klimt un cuadro que muestre a Schubert tocando el piano en una de sus famosas veladas musicales.
    Dumba ejerce de puente entre dos artistas representantes de dos mundos de la Viena que se sentía inmortal.
    Tres generaciones (Schubert – Dumba – Klimt) reunidas en un cuadro, homenaje al espíritu vienés del siglo XIX.

    El cuadro tenía unos 2 metros de ancho y colgaba en el salón de música de la casa (más bien de palacete) de Dumba, pero fue destruido en un incendio en 1945.


    El cuadro, junto a otras obras de arte y una decena más de cuadros de Klimt, había sido incautado por los nazis en 1938 a su propietario, un coleccionista judío, y posteriormente almacenado en un castillo cercano al pueblo austríaco de Immendorf. En 1945, en plena retirada del ejército alemán, una unidad de las SS hizo explosionar el espacio destruyendo todo el arsenal artístico que albergaba.
    Se conserva una fotografía en color del cuadro y otra en blanco y negro colgando en el salón de Dumba.
    También este boceto previo, datado en 1896:

    Schubert al piano, boceto de Klimt
  • el psicoanálisis como religión

    1/
    Freud se despidió del mundo con su libro sobre Moisés. ¿Una decisión significante?
    Para Freud la religión judía (y por extensión, las cristianas y quizás la musulmana: al fin y al cabo, derivadas de aquella) es el resultado histórico de un proceso neurótico. O sea: el retorno de lo reprimido como síntoma.
    Moisés sería en realidad un líder egipcio adorador del dios monoteísta Akenaton al que se sumaron algunos judíos que vivían esclavizados en Egipto. Huyeron de allá pero finalmente asesinaron a Moisés. Olvidaron el episodio pero retornó en forma mítica como origen divino del judaísmo: las tablas del monte Sinaí.
    A Freud le atraía el tema desde años antes. Empezó su carrera diseccionando cerebritos de ranas, estudió la histeria, teorizó sobre las neurosis, redefinió la sexualidad y la infancia y estableció todo un sistema de funcionamiento del aparato psíquico, de la primera a la segunda tópica. Se atrevió con la antropología, la historia y la sociología: el psicoanálisis se fue convirtiendo en un modelo interpretativo global. De la horda primitiva filogenética a Moisés y el origen de la religión.

    2/
    La historia del psicoanálisis se parece a la de las religiones (incluyo aquí a la doctrina comunista):

    • Tiene un momento fundacional: 1900 (imposible una fecha más cargada de simbolismo), La interpretación de los sueños.
    • Un dios: Freud. Todo empezó con su propio autoanálisis.
    • Unos profetas: Charcot, Fliess, Breuer…
    • Una institución: de la Sociedad de los miércoles a la IPA. De la secta clandestina a la organización universal.
    • Un cuerpo dogmático: el Icc, la pulsión, la transferencia…
    • Una retahíla de expulsiones, escisiones y disidentes.
    • Una fiebre de discusiones formalistas.
    • Enquistamiento de la ortodoxia y progresiva decadencia.


    3/
    Si existe la neurosis de transferencia, ¿el psicoanálisis podría ser un tipo de neurosis como lo es la religión y todavía más la doctrina comunista?

  • Augustine (2011)

    Un año antes de la película de Alice Winocour, la pareja de cineastas Jean-Claude Monod y Jean-Christophe Valtat realizaron este mediometraje, (dura unos 40 minutos) en blanco y negro, que apenas trascendió y del que no he podido encontrar subtítulos ni siquiera en francés

  • Augustine (2012)

    Película francesa de 2012, dirigida por Alice Winocour.
    Premiada en Toronto y Cannes, nominada a los César.


    Se basa en la vida de Louise Augustine Gleizes, la histérica más famosa de la cohorte (¿el harén?) de Charcot, el gurú de la histeria. Y si no la más famosa, sí la preferida de Charcot, un neurólogo que convirtió la histeria en espectáculo a partir de su inicial vocación de pintor y después su afición a la fotografía.
    Algunos datos biográficos de la joven Augustine (y de muchas otras mujeres internadas en la cárcel-reformatorio-hospital parisino de La Salpêtrière): adoptada, internada, sirvienta, abusada, violada.


    Un brillante análisis de la película y su trasfondo histórico/histérico, en Eduardo LASO: Un peepshow al servicio de la patafísica.
    Otro buen artículo en Lokapedia, que subraya la incidencia de la fotografía en el tratamiento de la histeria, aprovechada por Charcot como performance.

  • Psicosis: Hitchcock en el diván de Freud y Lacan

    Psicosis: Hitchcock en el diván de Freud y Lacan

    PSICOSIS

    Negación de la realidad. El Yo, avasallado neuróticamente por el Ello, rompe finalmente su vínculo con la realidad. Vive en una realidad paralela.
    La película nos muestra un motel apartado de la ruta habitual por mor de un desvío. Sin clientes. Un lugar separado. También la mansión, decorada con un estilo anacrónico y desfasado, sin actualizar, como si estuviera fuera del tiempo.
    Norman vive en su mundo. No tiene amigos, ni familia, ni pareja. Su único vínculo socioafectivo es una madre inexistente que él mantiene viva en su imaginación delirante. Ha borrado de su conciencia el recuerdo del asesinato de su madre y su pareja.

    Forclusión de la metáfora del Nombre del Padre según Lacan. No ha habido instancia paterna que sustituya al deseo de la madre e instaure la Ley. Norman Bates había quedado sin padre. Así lo explica el psiquiatra en su intervención al final de la película:

    «Para entenderlo como lo entendí yo, escuchando a la madre… es decir, desde la parte de la mente de Norman que es su madre… hay que remontarse 10 años atrás. Al momento en que Norman mató a su madre y a su amante. Ya entonces, estaba peligrosamente trastornado. Lo había estado desde que murió su padre. Su madre era una mujer aferrada y exigente. Y durante años, los dos vivieron como si no existiera nadie más.»

    Esquizofrenia. Tipo o manifestación de psicosis, junto al trastorno bipolar o la paranoia. Consiste en la división de la personalidad en varias, cada una de ellas con su propias características individuales. Norman interioriza y mantiene activas tres personalidades: la madre (castradora, exigente, sádica), el niño Norman (obediente, apocado), el adulto Norman (autónomo en la gestión del motel, fetichista y perverso, distanciado de una madre a la que regaña)


    EDIPO

    Relación edípica: el sujeto está «enamorado» de la madre con quien mantiene y prolonga un vínculo libidinoso de exclusividad. En la explicación final del psiquiatra citada más arriba:

    «Y durante años, los dos vivieron como si no existiera nadie más».

    El niño rechaza que la madre tenga otro objeto de deseo que no sea él. Tanto es así, que Norman mata al hombre que aparece en la vida de su madre, a la que también mata como venganza por haberle «traicionado»:

    «Y entonces, conoció a un hombre. Norman tuvo la impresión de que ella lo dejó de lado por este hombre. Eso le hizo enloquecer y mató a los dos.»

    Madre fálica: aquella que mantiene la unidad simbiótica con el bebé más allá del parto y de la infancia. Mamás omnipresentes que retienen emocionalmente (y en ocasiones económicamente) al hijo como forma inconsciente de realización. Según Lacan, falo ya no tiene el significado que le dio Freud, equivalente al pene, sino que es el significante del deseo, de aquello que le falta al sujeto. En este caso, la mamá se completa con el niño como si fuese su «media naranja»: el niño es el sentido de su vida, y desde su poder invade el desarrollo psicológico del hijo impidiéndole crecer.
    Norman no puede despegarse de su madre (que se llama Norma, imposible no leer la simbiosis) ni siquiera cuando la asesina. La ha interiorizado porque, durante la infancia de Norma, ella lo poseyó en régimen de exclusividad. Cuenta la novela en que está basado el guion de la película que ella tenía una religiosidad exacerbada que contagió al hijo, para quien las mujeres eran tentación y pecado. En realidad, candidatas a novias: competidoras de una madre que no toleraba compartir su poder y su presencia.
    Desde esta perspectiva, el Edipo no solo consiste en que el bebé se enamora de la madre que le nutre sino que (también) es la madre quien se enamora de su bebé e impide la aparición de la función paterna que tiene que romper esta unidad alucinada.
    Ejemplos (hay tantos): en el cine, la madre de Leonard en la película Despertares; en la realidad, el caso espeluznante de Aurora Rodríguez, que crio a su hija Hildegart como un producto radical de laboratorio libertario hasta que la mató cuando quiso independizarse.


    NEUROSIS OBSESIVA

    Marion se nos muestra como una neurótica en lucha con el mundo, atravesada por la duda y por el conflicto entre el deseo y el deber, entre el Yo y el Ello. Es una trabajadora ejemplar pero roba dinero de la empresa. Quiere una relación estable y honesta pero se acuesta con un hombre casado. No sabe si continuar con la aventura o retornar para remediar su delito.
    El sobre con el dinero funciona como MacGuffin argumental pero es también la concreción gráfica del carácter obsesivo de Marion: nunca la abandona. En su casa, en el coche, en el lavabo, en la habitación del motel.


    PERVERSIÓN

    Lacan diferencia cuatro posiciones perversas: sadismo, masoquismo, exhibicionismo y voyeurismo.
    Norman es un voyeur, en mayor grado que Jeff, el fotógrafo protagonista de La ventana indiscreta. Tiene una mayor carga libidinosa y abusiva.
    Espía a través del agujero practicado en la pared que separa su despacho de la habitación donde aloja a Marion. Su ejercicio de poder (en esto consiste la perversión) es intencionado: someter al Otro.
    Hitchcock añade a Norman otros rasgos perversos, por ejemplo la necrofilia: la madre, disecada como los pájaros que tiene Norman en su despacho.


    SEGUNDA TÓPICA

    Podemos ver la mansión (inspirada en el cuadro House by the Railroad de Edward Hopper) como la representación espacial de las tres instancias definidas por Freud en su segunda tópica:
    · el sótano: el Ello, lo oculto y reprimido (allá esconde Norman a su madre cuando esta se descontrola), escenario mortífero donde se desencadena la violencia
    · el primer piso: el Yo, donde vive Norman; en la novela es el escenario en que él comparte conversación y cena con Marion, un indicio de socialización.
    · el segundo piso: el SuperYo, donde vive la madre autoritaria y déspota.


    RETORNO DE LO REPRIMIDO

    Segunda fase de la represión: Norman mató a su madre pero reprime en su conciencia tanto la representación (el hecho) como el afecto (el horror, la culpa)
    Tercera fase de la represión: lo reprimido retorna, en este caso desde lo Real (lo sin nombre, lo imposible de simbolizar según Lacan) en forma de alucinación.

  • las tres teorías sobre la angustia según Freud

    las tres teorías sobre la angustia según Freud

    PRIMERA

    Tres ensayos sobre teoría sexual (1905)

    En la década de 1890, todavía desde una perspectiva biologicista, la angustia proviene de una acumulación de tensión sexual no resuelta. No ha sido descargada y este desequilibrio genera una vivencia de angustia. La angustia es causada por una excitación sexual que no ha sido satisfecha.
    No tiene pues un origen psíquico sino orgánico y por tanto no es tratable por el método analítico.


    SEGUNDA

    Introducción al narcisismo (1914)

    En las dos décadas siguientes, Freud considera la angustia como resultado de la represión psíquica.
    De manera parecida a como planteó una represión originaria o fundante y otra secundaria o posterior, Freud también propuso la hipótesis de una angustia originaria (generada en la experiencia traumática del parto) que establece o funda el mecanismo que después se reproduce en diferentes ocasiones.

    Por otra parte, distingue dos tipos de angustia:
    · la adaptativa (que prepara al sujeto para una situación peligrosa y lo pone en alerta; es por tanto realista y positiva, y la experimentamos en forma de miedo)
    · y la propiamente neurótica. El sujeto no admite la representación que le perturba, la reprime y la libido asociada a aquella representación reprimida es descargada psíquicamente en forma de angustia.

    Distingue tres tiempos en el desarrollo de la angustia neurótica:
    · Un estado general de angustia, propia de la estructura neurótica.
    · Articulación de la angustia a un objeto fóbico sustitutivo.
    · Escenificaciones o estrategias para eludir el objeto fóbico

    La angustia es un estado afectivo y la mayoría de neuróticos se quejan de angustia.

    Un buen resumen de las dos primeras teorías de Freud sobre la angustia

    TERCERA

    Inhibición, síntoma y angustia (1925)

    En la década de 1920, Freud modifica o amplía esta hipótesis basándose en su segunda tópica.
    La angustia no sería (solo) una respuesta psíquica a una representación externa reprimida sino también una defensa contra una amenaza interna. El neurótico siente un peligro interior y lo reprime, lo cual produce angustia.
    Según esta tercera hipótesis, la angustia es una señal de alerta emitida por el Yo frente a las exigencias de la libido: «El Yo es la única sede de la angustia»

    La angustia (de castración) crea la represión (expresada en la sustitución fóbica)

  • Psicosis (1960): Ed Gein, de Norman Bates a Hannibal Lecter

    Psicosis (1960): Ed Gein, de Norman Bates a Hannibal Lecter

    El sicópata de la película de Hitchcock no coincide en muchas cosas con el de la novela del mismo título en que está basada. Robert Bloch había publicado Psycho el mismo año en que Hitchcock la descubrió y compró los derechos.
    Para construir su novela, Bloch se había inspirado en la historia real de un tal Ed Gein, un asesino en serie y profanador de tumbas que había sido detenido en 1957, es decir solo dos años antes de la publicación de la novela.
    O sea que el icono universal que es desde hace décadas la película de Hitchcock, es en realidad la versión de un hecho local que fue aprovechado enseguida por el escritor y el cineasta.
    Y de la misma manera que hay diferencias entre el Norman de la novela y el de la película, hay todavía muchas más respecto al individuo en que se basaron ambos.


    No se llamaba Norman sino Ed. Tenía un hermano y el padre de ambos murió cuando ya eran mayores. La madre murió meses después de un infarto, y no asesinada, cuando Ed tenía 40 años.
    Coincide pues con Norman en una infancia sometida a la influencia asfixiante de una madre fanática de un puritanismo extremo. También en ser autor del asesinato de varias mujeres jóvenes. Y en el voyeurismo, que en la película se evidencia cuando espía a Marion desde el agujero abierto en la pared.
    Pero se parece más al Hannibal de El silencio de los corderos en el aspecto más macabro de su perfil sicópata. Profanaba tumbas de mujeres para despellejarlas, lo mismo que hacía con las que mataba. Las desvisceraba, decapitaba, descuartizaba y despellejaba para usar su pìel como trofeo fetichista con la que cubría y decoraba todo tipo de objetos, desde ceniceros a lámparas. Fue tal la repugnancia de los investigadores, que toda esta galería del horror fue destruida, para conservarse solo en fotografías.


    En todo caso, la afición de Norman a la taxidermia (los pájaros disecados de su despacho, que parecen prefigurar la película Los pájaros que Hitchcock filmó solo dos años después) es un resto de la macabra afición de Ed a encurtir la piel de las víctimas despellejadas.


    Ed Gein fue declarado irresponsable de los crímenes por los que se le juzgó y fue internado en un hospital psiquiátrico donde pasó los siguientes 30 años de su vida.


    En 2023 la plataforma MGM+ estrenó la miniserie The Lost Tapes of Ed Gein. Consta de 4 episodios y está dirigida por James Buddy Day, que ya había realizado otros documentales sobre asesinos en serie o psicópatas como Charles Manson.

    https://www.youtube.com/watch?v=vnwg6_Gz1eo

    [MGM+ está incluida en la oferta de Amazon Prime pero actualmente el documental no es accesible desde España]