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Rigurosamente coetáneo de Freud: nació en 1853 y murió en 1942. Más analogías: ambos fueron genios autodidactas. Y apasionados de la cultura egipcia.
Fue el primer catedrático de Egiptología en la Universidad de Londres (1892-1933) y excavó yacimientos arqueológicos tan relevantes como Stonehenge en Inglaterra o Tell-el-Amarna y las pirámides de Gizeh en Egipto.
Estableció las bases del método estratigráfico, de las excavaciones bíblicas o de la cronología comparada, y especialmente de la seriación que permite fijar la secuencia cronológica de una cultura. La meticulosidad de sus trabajos lo convierten en pionero de la arqueología moderna.
Escribió más de 1.000 artículos, libros o reseñas. Fundó Ancient Egypt.
Un buen retrato de la vida y obra de Flinders Petrie, presentado por Terenci Moix, egiptófilo apasionado:
Freud, al margen de su afición por la cultura griega antigua o a la ciudad de Roma, siempre estuvo interesado por Egipto, como demuestra su amplia colección de estatuillas.
Un interés que permite insinuar una similitudes metodológica entre el trabajo de Flinders y el de Freud: ambos reconstruían una historia perdida desenterrando fragmentos. También ambos compartieron la fascinación por el faraón Akhenatón, que Flinders investigó en Amarna y Freud reinterpretó en Moisés y el monoteísmo.
Una exposición en el Museo Freud de Londres reunió en 2019 piezas de las colecciones de Flinders y Freud a modo de diálogo entre ambos.
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