La leyenda: el vibrador fue inventado a finales del XIX como utensilio médico que empleaban los especialistas en histeria. Para no tener que hacer los famosos «masajes pélvicos» (aka, masturbación o casi) que agotaban los músculos de los doctores o de sus ayudantes, la ciencia médica recurrió a la recién descubierta electricidad para inventarse el vibrador. Adiós al trabajo manual mecánico, bienvenida la tecnología.
Leyenda. Circuló en sordina durante décadas hasta que llegó el certificado oficial. Rachel P. Maines, una historiadora de la tecnología, publicó La Tecnología del Orgasmo: La Histeria, los Vibradores y la Satisfacción Sexual de las Mujeres en 1998.
Confirmación académica de la leyenda, con documentales:
y entrevistas:
De ahí a la cultura popular. La leyenda se expandió por el mundo globalizado como hecho comprobado. El cine (Hysteria, 2011) se añadió a la campaña. Dos años antes, triunfaba en los escenarios de todo el mundo En el cuarto de al lado o una historia sobre el vibrador (2009) de la norteamericana Sarah Ruhl.
El psicoanálisis y los vibradores son, pues, deudores de las histéricas.
Hasta que llegó Hallie Lieberman y publicó en 2017 Buzz: The Stimulating History of the Sex Toy. No, los vibradores o masajeadores nada tienen que ver con el tratamiento de la histeria; en todo caso, se empleaban como remedio para el asma, hemorroides, resfriados, para quitar arrugas o aliviar la ciática.
Un buen resumen de la historia de los juguetes sexuales (que hace 30.000 años que existen) en YouTube: en 3 minutos es capaz de condensar las casi 400 páginas del libro de Lieberman.
WEBGRAFÍA
· ¿Realmente usaban los médicos vibradores para tratar la histeria en las mujeres?
· Los mitos y verdades sobre el origen de los vibradores
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