La distancia abismal entre la Anna O. descrita por Breuer y citada por Freud -que nunca la trató-, y Bertha Pappenheim (1859-1936)
Entre una criatura culta y sensible pero débil (una histérica enamorada de su terapeuta, una enferma necesitada de internamientos recurrentes) y una mujer empoderada (activista, reformadora, feminista, escritora, traductora. Una heroína, pionera en la defensa de los derechos de la infancia y la mujer)





¿Distancia abismal? Según Ángeles Llorca Díaz, no. Breuer había detectado las fortalezas de su paciente (entonces enclaustrada en una situación familiar tóxica) que se manifestaron posteriormente. Fueron los enredos de la política psicoanalítica quienes crearon la leyenda.
La literatura psicoanalítica conoce a Anna O. y su repertorio de síntomas neuróticos (tos, mutismo, olvido de la lengua materna, anorexia, estrabismo, anestesia en partes del cuerpo, alucinaciones, impulso suicida, sonambulismo, embarazo histérico…) También que el psicoanálisis casi nació con el método catártico de Breuer que la propia Anna O. bautizó como talking cure o chimney sweeping.
O las disputas por ganar el relato, animadas por Freud mediante su fiel Jones: que si Breuer huyó, que si Anna O. no se curó, que si Breuer fue incapaz de asumir un origen sexual en el trastorno histérico…
Pero fue ella quien decidió acabar con el tratamiento.
¿Y después? Anna O. desaparece para la historia del psicoanálisis. Queda Bertha. Se traslada a Frankfurt con su madre, donde dirigió y reformó el Orfelinato para niñas judías, combatió la trata de niñas judías, fundó la Liga de Mujeres Judías, dirigió un grupo en la Conferencia General de Mujeres Alemanas, fundó el Hogar donde se acogían y educaban niñas refugiadas, culpó a la mentalidad judía masculina del tráfico de mujeres judías, participó en Congresos, escribió libros como Los trabajos de Sísifo.

Más:
Márcia Rosa: La herejía de Anna O. o la función social y política de la histeria
Biografías de Bertha Pappenheim:


Curiosidad biográfica: Bertha fue durante años amiga de Martha, la prometida del joven Freud.
Otra: Bertha era judía, como «Dora», Breuer, Freud, Martha. Los primeros clientes y colaboradores de Freud eran mayormente judíos liberales.
Y una cita cercana: existe en Málaga una Fundación Anna O, dedicada desde 1993 al apoyo emocional a la mujer
Deja una respuesta