
Viena creció rápidamente: de medio millón de habitantes en 1859 a dos millones en 1900.
Viena era la capital de Imperio austrohúngaro, que comprendía las actuales Austria, Hungría, Croacia, Chequia, Eslovenia, norte de Italia y otros territorios.
El Imperio se había formado en 1867, tras la revolución de 1848 en la que Hungría se sublevó contra los Habsburgo austríacos, y funcionó como monarquía constitucional de democracia limitada hasta el asesinato del emperador Francisco Fernando que dio inicio a la I Guerra Mundial.
Durante estas cinco décadas, el Imperio combinó el liberalismo económico gracias al empuje comercial judío, con el inmovilismo político que aparcó las tensiones étnicas y la prevalencia de la aristocracia bajo la figura patriarcal del Emperador, provocando una decadencia que se había iniciado con la hegemonía de Prusia y acabó en 1916 con la abolición de la monarquía y la fragmentación del Imperio. Las luchas políticas en Austria entre socialdemócratas y nacionalistas antisemitas se mantuvieron hasta la anexión por Hitler en 1938.
Como en el caso de Kafka, la familia de Freud emigró del campo a la ciudad cuando este tenía sólo 3 años (Freud había nacido en un pueblo de 5.000 habitantes en Moravia), en busca de un ambiente cosmopolita que no fuese hostil a los judíos.
La Viena de entre siglos era una ciudad moderna en la que contrastaba una moral victoriana, la riqueza económica en gran parte debida a una burguesía de origen judío, la vitalidad vanguardista del arte, y el desarrollo tecnológico. Como efecto, una hipocresía como compromiso entre el conservadurismo de las costumbres y el progreso técnico y artístico.
Y una fuerte influencia de la población judía en la economía y la cultura: a finales del XIX, la mitad de profesionales liberales (médicos, abogados) eran judíos; igualmente, la mitad de los estudiantes de Medicina en la Universidad de Viena eran de origen judío.
Algunos de los artistas, muchos de ellos judíos, que vivían y trabajaban en Viena en estos años: escritores (Stefan Zweig, Arthur Schnitzler, Karl Krauss, Hofmannsthal, y especialmente los posteriores Robert Musil y Joseph Roth), pintores (Oscar Kokoschka, Klimt, Egon Schiele), músicos (Mahler, Schoenberg, Alban Berg).
Además, en 1921 se formó el Círculo de Viena que reunió a filósofos y científicos, influenciado por Ludwig Wittgenstein, nacido en Viena.
Enlaces:
Amalia SOCCI: Contexto cultural de la Europa y la Viena de fines del Siglo XIX y comienzos del XX
Laia MUÑOZ OSORIO: Retrato social y cultural de Viena en la Belle Epoque
Rubén JARAMILLO: La Viena de Freud: su contexto histórico, político y cultural
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